Portafolio creativo

En un nuevo centro comercial en Hermosillo, Sonora, Obsidiana nació con un objetivo singular: ofrecer productos de cosmética, moda y skincare a personas de nivel socioeconómico medio alto. Pero Obsidiana no era solo un proyecto de sucursal; era una visión. Una visión de crear una identidad que reflejara minimalismo y status, una declaración de estética y aspiración.

La idea era simple: toma lo clásico y darle un giro propio. En un mar de opciones, ¿cómo podríamos destacar? La respuesta estaba en el blanco y negro, en la fusión de tipografías rectas y con serif. Así, la propuesta de branding de Obsidiana tomó forma, una mezcla de interletrados y vectores que mantenían una propuesta fresca pero atemporal, clásica pero moderna.

Cuando llegó el momento del lanzamiento, Obsidiana Cosmética tenía dos grandes ventajas: productos únicos y un espacio y ubicación privilegiados. La estrategia era clara: resaltar estos elementos e invitar a la gente a sumergirse en la experiencia de compra. Obsidiana no era solo sobre los productos; era sobre la experiencia.

Patricia Córdova, co-fundadora de la marca, nos comparte “Trabajamos con Fer ya hace 6 años en la identidad de la marca, la cual desde el principio nos captó la idea que nosotros traíamos y fue muy certero su diseño, además de que nos ayudo a crear las redes sociales las cuales hoy en día están bastante bien posicionadas al igual que nuestro negocio”.

Hoy en día, Obsidiana sigue siendo una marca fuerte, constantemente ampliando su oferta de productos para su mercado. Pero Obsidiana es más que solo una marca; es una experiencia, una historia de visión y aspiración. Y esta historia continúa en Instagram @obsidiana.fshowroom